EQUIDAD DISTRIBUTIVA Y SALARIO MÍNIMO, CON EUROPA COMO ESPEJO
La equidad social en Europa ha sido objeto de un análisis comunitario, como resultado del cual se aprobó, en Noviembre pasado, el denominado “Pilar Europeo de los Derechos Sociales”. Este documento sintetiza en 20 puntos los objetivos comunes, entre los que se encuentra la determinación de un salario mínimo que permita satisfacer las necesidades del trabajador y su familia. Este objetivo compartido, surge en el marco de realidades muy diferentes. Estas se ponen en evidencia al analizar, para un conjunto de países que tienen establecido un salario mínimo, los valores vigentes a comienzos de este año, expresados en euros corrientes y calculados a paridad de compra equivalente, estos últimos considerando los diferentes niveles de precio en cada país. La información cuantitativa que se indica a continuación, en la que se incorporan datos de Argentina, corresponde a una reciente publicación del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Hans Bocker Stifung de Alemania.
País Salario Mínimo Salario Mínimo Sal. Min/Sal. Medio
Euros Euros (Paridad de Compra Equivalente)
Luxemburgo 11,5 9,37 54,7%
Francia 9,88 9,18 60,05%
Países Bajos 9,68 8,79 45,3 “
Bélgica 9,47 8,71 49,5 ”
Alemania 8,84 8,57 46,7”
España 4,46 4,89 37,3”
Portugal 3,49 4,16 58,3”
Grecia 2,39 3,94 47,9”
ARGENTINA 2,53 4,16 [1] Sin Datos
Como puede observarse, las diferencias son notables. Esta realidad no deja de ser muy singular, en el contexto de un mercado comunitario. Es interesante plantear que, el funcionamiento de un mercado común, en el que se establece el libre tránsito de bienes y servicios y, también, de los factores productivos, entre ellos el trabajo, debería conducir a una igualación progresiva de los salarios. Esto no ha ocurrido y entre los factores de mayor influencia, cabe mencionar la resistencia a la aceptación del extranjero, especialmente cuando las migraciones son importantes. Uno de los hechos más trascendentes ocurridos en la Unión Europea, el retiro del Reino Unido, lo ejemplifica cabalmente. Existe coincidencia entre analistas políticos que en el triunfo por el alejamiento, resultó decisivo el voto de sectores del trabajo afectados por corrientes migratorias, en especial la proveniente de Polonia, que competían por puestos de trabajo reduciendo los niveles salariales. Este fenómeno, el rechazo, está exhibiendo en nuestros días expresiones políticas, algunas extremas, en el continente europeo.
Otro aspecto relevante a considerar cuando se analiza una estructura salarial es la distancia que existe entre los distintos niveles que la componen. Una forma de calcular este aspecto, consiste en cuantificar la distancia del salario mínimo respecto del salario medio de la economía Cuanto mayor sea este valor, menores serán las diferencias entre distintos niveles de la escala salarial. La tercera columna cuantifica esta relación, si bien, en este caso, no se dispone de valores para Argentina. Es muy complejo determinar valores de salarios para empleos no registrados, situación en la que se encuentra un muy importante porcentaje de los trabajadores de nuestro país. No obstante, un indicador al que se puede recurrir, es el que que surge al comparar la evolución del salario mínimo con la exhibida por el índice de precios (nivel general). Durante el período enero de 2017-febrero 2018, el salario creció un 17,86%, en términos nominales, en tanto los precios lo hicieron al 28,05%.
La aprobación, a nivel comunitario en Europa del “Pilar Europeo de los Derechos Sociales” ya ha tenido repercusiones políticas significativas. La Confederación Sindical Europea ha propuesto que el mínimo salarial sea fijado en un valor equivalente al 60% del promedio salarial en cada país. La distribución del ingreso continúa siendo un tema central en la Unión Europea y en todo el mundo.
[1] El fuerte incremento en la valoración a paridad de compra equivalente se explica por el menor precio local de los bienes y servicios constitutivos de la canasta